Saltear al contenido principal

El destino y la suerte ¿están ligados?. Arte de: shvayba

“Cuando no te toca, ni aunque te pongas; y cuando si, ni aunque te quites” solía decir mi abuela cuando se hablaba del momento de la muerte. Esto nos habla de como la concepción de suerte y destino está improntada en nuestro ideario colectivo. ¿La suerte nos da miedo? Yo diría que si, ya que “dejar las cosas a la suerte” nos pone en un estado de incertidumbre que a veces nos impide hacer cualquier cosa. Por otro lado, la idea de destino, que se vuelve cómoda porque soltamos toda esa responsabilidad en manos de algo más grande, de igual modo nos quita el control y termina por dárselo a alguien más.

El concepto de destino es sumamente antiguo y lo hemos utilizado para poder canalizar o de plano deshacernos de nuestra responsabilidad sobre nuestras acciones. Para ello, partimos de una premisa lógica: todo lo que sucede debe ser por la reacción a una causa primera del evento; y se contraponen dos ideas: la libertad de pensamiento y el libre albedrío. Mientras que la primera nos deja decidir libremente, la segunda hace necesaria la presencia de una fuerza superior que nos dicte los caminos correctos.

De ese modo, siempre hemos querido ganarle el paso a la suerte. De ahí que busquemos respuestas donde nuestra se le escapa de toda lógica y sentido lo que puede suceder. Solemos buscar respuestas y datos que nos permitan tomar mejores decisiones en las artes adivinatorias como el tarot y la astrología tratando de generarnos certidumbre sobre lo que nos depara el futuro. A su vez, también son los rituales que, de una manera autocomplaciente, buscan generar relaciones de causalidad donde no las hay; por ejemplo, un baile que se haga todos los días para tener una buena cosecha y se asuma que es por el baile que las hay y no se pueda o no se quiera ya probar de otro modo. Se convierten actos de fe.

Buscamos respuestas en las mancias para poder tomar decisiones. Foto por: dylanstarotteample

Todo aquello que no encuentre una explicación en ese sistema de lógica en el que pensamos lo tomamos por azar o por suerte ya que no se encuentra en el ámbito de (nuestro) orden. En la búsqueda de entender que sucede a nuestro alrededor hemos creado mitos, leyendas y rituales para poder comprender lo que nuestra limitada lógica y razón nos ayuda a discernir hacia donde queremos llegar a través de nuestras decisiones.

Las culturas de la antigüedad tenían dioses que se encargaban de marcar los rumbos de las vidas de sus fieles. En Mesopotamia las tablillas del destino estaban en poder de Enlil. Mientras que en el Antiguo Egipto estaba Mesjenet que era la matrona de las parteras y la encargada de darle su Ka a los seres —que era moldeado por el dios Jnum y se le daba a los infantes en su nacimiento— marcando así su destino. Ella también se encargaba de narrar la vida del difunto ante Osiris en su Juicio donde el corazón —que era el ib, la consciencia— se pesaba con la pluma de Maat, diosa de la armonía y justicia universal. Si el corazón pesaba más, no se le permitía al difunto pasar al Duat. También tenían a Shai, el Dios del Destino que determinaba la duración de la vida de los seres, y estaba también presente en el Juicio.

Los griegos se interesaban fuertemente en la adivinación, suerte y destino. Ellos instituyeron diferentes oráculos. El más famoso fue El Óraculo de Delfos dedicado a Apolo que alcanzó gran notoriedad en toda Grecia desde mediados del S. VIII a. C. Eventualmente se convirtió en el centro religioso más importante de todo el mundo helénico. El funcionamiento era el siguiente: el oráculo estaba a cargo de dos figuras: La Pitia, que era una mujer, y El Profeta, que era un hombre; Cuando un solicitante llegaba con alguna pregunta para el dios, la pitia, que estaba sentada en un banco de tres patas, se comunicaba con el dios mientras mascaba hojas de laurel, espolvoreaba harina y tomaba agua de una fuente sagrada. Si en algún momento lo que decía era indescifrable, cosa que pasaba seguido, era el profeta quien interpretaba.

Detalle del Juicio de Osiris, del Papiro Ani.

Las leyendas y cuentos griegos también enseñaban la inutilidad de afrontar un destino inevitable que predicho mediante oráculos, augurios, vaticinios o profecías. Por lo tanto, el destino está prefijado desde el nacimiento y el orden social es tan irreversible como el natural. Este concepto es especialmente relevante en la tragedia griega, en que el personaje principal o héroe se levanta contra los dioses o contra la sociedad incurriendo en un defecto de carácter o pasión (pathos o pasión también significaba enfermedad para los griegos) denominado hybris (orgullo impío contra los dioses o las normas sociales) y es castigado con el fin habitual de toda tragedia: muerte o locura.

Basta que recordemos la tragedia de Edipo Rey. El joven que, por una profecía del Óraculo de Delfos, se destierra de Corinto para evitar matar a su padre y desposar a su madre para sólo descubrir, una vez hecho Rey de Tebas, que sus padres no eran tales y que había matado a su padre biológico Layo y se había casado con Yocasta, su madre biológica; acto seguido, se destierra de Tebas y se saca los ojos, cumpliendo así la profecía.

Las Moiras —que significa destino o parte— eran fundamentales también en la concepción del destino griego ya que estaban a cargo de las modificaciones del destino. Sus equivalentes en la mitología romana eran las Parcas o Fatæ, y las Nornas en la nórdica. Siempre iban vestidas con túnicas blancas, su semblante era imperturbable y controlaban el hilo de la vida desde el nacimiento hasta la muerte de un ser. Solían ser tres: Cloto —la hilandera— hilaba la hebra de vida con una rueca y un huso. Su equivalente romano era Nona y se le invocaba en el noveno mes de gestación.; Láquesis —la que echa a suertes— medía con su vara la longitud del hilo de la vida. Su equivalente romana era Décima, análoga a Nona; Átropos —inexorable o inevitable, que no gira— a veces llamada Aisa, era quien cortaba el hilo de la vida. Elegían la forma en que moría cada hombre, seccionando la hebra con sus detestables tijeras cuando llegaba la hora —si, el recuerdo de las Moiras de Hércules (Ron Clements, 1997) acechando al héroe al rescate es inevitable—

Relieve de Las Moiras de la tumba de Alexander von der Mark, por Johann Gottfried Schadow. Old National Gallery, Berlín.

A su vez, en la novela picaresca española el antihéroe, siempre desafortunado, es desairado continuamente en sus pretensiones de subir de condición social, perpetuando así el modelo de la sociedad estamental de origen medieval. Ya en el siglo XIX, con el desarrollo de la burguesía o mesocracia, de naturaleza fundamentalmente interclasista, este orden cambia. Y es en el Naturalismo del siglo XIX que el destino se plasma a través de un férreo y materialista determinismo biológico, económico y social.

Un ejemplo es El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes, 1605) que narra las desventuras del Quijote que sufre de un mal de amores por la bella Dulcinea y sale una empresa caballeresca para ganarse su afecto y el reconocimiento de todos por su valentía; sin embargo, sufre un sinfín de peripecias al querer escalar como caballero lo que lo lleva a una infortunada y dolorosa muerte.

La suerte y el destino suelen definirse cuando lo tomamos en nuestras manos. El cine tiene un montón de títulos sobre el tema. Tenemos la mítica The Matrix (Hermanas Wachowski, 1991) donde a Neo, un pirata informático, se le revela que es El elegido para salvar a la humanidad de las máquinas; cosa que no es cierta hasta que el decide creer que lo es. También está Harry Potter (J.K. Rowling, 1997) donde, a lo largo de la saga, se nos revela que la naturaleza de elegido de nuestro protagonista esta puesta y dada por las decisiones tomadas por su antagonista para de hecho hacerlo elegido.

Afiche promocional para cine de The Matrix (Hermanas Wachowsky, 1999)

Del mismo modo, nos encontramos con Star Wars (George Lucas, 1977) donde se nos cuenta la historia y suerte de la galaxia que está íntimamente ligada a la familia Skywalker; en la misma línea de los elegidos, es Anakin quien debe restaurar el equilibrio de La Fuerza y sus acciones impulsan. No podemos dejar de mencionar y recomendar El Efecto Mariposa (Eric Bress, 2004) donde, a través de un esquema de decisiones y viajes en el tiempo, el protagonista modifica su vida una y otra vez buscando la vida perfecta, pero pareciera que la suerte y el destino siempre le tienen malas noticias. Dos relatos que son imperdibles para viajar y volarse la cabeza con decisión, suerte y destino son El jardín de los caminos que se bifurcan (1941) y Tlön, Uqbar, Tertuis y Orbis (1940) del escritor argentino Jorge Luis Borges.

Finalmente, suerte, destino y decisiones son concepciones que, inconscientemente, permean nuestra cotidianeidad. Nos asusta en un nivel inconsciente no poder controlar lo que somos o hacia donde nos dirigimos y, por otro lado, dejarnos llevar por un pensamiento mágico y espiritual que creemos superior, nos pone en manos de una fuerza que nos quita responsabilidad pero, al mismo tiempo, nos deja indefensos.

Facebook Comments

Fernando SantamarÍa

Humanista y eructito aventurero de día, brujo medieval de noche. Indudablemente friki de clóset y músico en los entrepaños de enmedio. Es Lovecraftiano hasta la locura y cree que la vida sin gatos sería un error. Sabe que los Simpsons lo hicieron primero. Dicen que es libre y de buenas costumbres.

PGlmcmFtZSBzcmM9Imh0dHBzOi8vd3d3Lmdvb2dsZS5jb20vbWFwcy9lbWJlZD9wYj0hMW0xOCExbTEyITFtMyExZDYwNDQuMjc1NjM3NDU2ODA1ITJkLTczLjk4MzQ2MzY4MzI1MjA0ITNkNDAuNzU4OTkzNDExNDc4NTMhMm0zITFmMCEyZjAhM2YwITNtMiExaTEwMjQhMmk3NjghNGYxMy4xITNtMyExbTIhMXMweDAlM0EweDU1MTk0ZWM1YTFhZTA3MmUhMnNUaW1lcytTcXVhcmUhNWUwITNtMiExc2VuITJzITR2MTM5MjkwMTMxODQ2MSIgd2lkdGg9IjEwMCUiIGhlaWdodD0iMTAwJSIgZnJhbWVib3JkZXI9IjAiIHN0eWxlPSJib3JkZXI6MCI+PC9pZnJhbWU+
CONTACT US
COMPANY NAME
221, Mount Olimpus, Rheasilvia, Mars
Solar System, Milky Way Galaxy
+1 (999) 999-99-99
Thank You. We will contact you as soon as possible.
CÓMO ESCUCHAR
Puedes escucharnos aquí, en nuestro sitio, o en iTunes, Soundcloud y en varias apps de podcasts.

También escúchanos en vivo por Bizarro.fm, Radio ILCE y Concepto Radial

entra a nuestras redes sociales
 
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar PSICOFONÍAS aquí, en nuestro sitio, o en cualquiera de estas aplicaciones:
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar PSICOFONÍAS aquí, en nuestro sitio, o en cualquiera de estas aplicaciones:
¿NO SABES ESCUCHAR PODCASTS?
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar POR QUÉ NOS DA MIEDO aquí, en nuestro sitio, o en cualquiera de estas aplicaciones:
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar POR QUÉ NOS DA MIEDO aquí, en nuestro sitio, o en cualquiera de estas aplicaciones:
¿NO SABES ESCUCHAR PODCASTS?
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar TERROR EN UN SUSPIRO aquí, en nuestro sitio, o en Soundcloud:
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar TERROR EN UN SUSPIRO aquí, en nuestro sitio, o en Soundcloud:
¿NO SABES ESCUCHAR PODCASTS?
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar EL INFRASONIDO aquí, en nuestro sitio, o en cualquiera de estas aplicaciones:
SUSCRÍBETE A
Puedes escuchar EL INFRASONIDO aquí, en nuestro sitio, o en cualquiera de estas aplicaciones:
¿NO SABES ESCUCHAR PODCASTS?