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Jerome y Joel-Peter Witkin en la exhibición Witkin & Witkin (2016) en el Foto Museo de Cuatro Caminos, Ciudad de México.

“No le pongas esa película al niño o va a crecer trastornado”, “no le leas eso a la niña o va a nacer asustada”, “las películas de terror vuelven locos a los bebés” y un largo etcétera de aseveraciones que estigmatizan la exposición de los infantes al género del horror mientras, por otro lado, se los hace vivirlo en carne propia: desde muñecas que hablan hasta progenitores que se lanzan platos en medio de un alud de gritos.

Al pequeño ser humano no le muestran a Chucky, pero le abofetean y le encierran en un cuarto si se hace del baño. En pocas palabras, evitándole el contacto con el horror, no le salvan de la oscuridad de su propia casa, de sus propios padres, de su propio ser, al contrario: aplazando el encuentro con lo oscuro y prolongando lo inevitable le reservan un golpe mayor.

Ana y bruno (Carlos Carrera, 2018)

El horror nos habita desde la infancia, desde el nacimiento incluso, que si pudiésemos recordarlo no sería una memoria placentera. Las imágenes, los sonidos, las historias, están dentro de nosotros antes de ver la primera película, de leer el primer libro o de ir a nuestra primera obra de teatro. Los padres y las familias enteras hacen esfuerzos inútiles por guardarnos de la oscuridad, cuando ésta tarde o temprano va a hallarnos y de nosotros dependerá si viene a mordernos o a hacernos compañía. La vida se volverá más complicada y los sucesos desfilarán sin importarles si estamos listos para asimilar el horror humano. Además, vivimos en un país en guerra.

Tarde o temprano, en el mejor de los casos, hallaremos un encabezado amarillista, un video violento o una imagen sanguinolenta, en el peor de los casos, lo viviremos de cerca. ¿No será mejor, entonces, crearnos resiliencia durante la infancia?, ¿qué nuestros tutores nos acompañen a aprender que el horror que es parte de la vida? Así tal vez, cuando los momentos terribles y complejos se presenten, podremos comprender que la oscuridad humana no requiere confrontación, indiferencia o expulsión, sino empatía.

El Espinazo del Diablo (Guillermo del Toro, 2007)

De manera personal, el género del horror en todas sus presentaciones me parece un canto de amor a la humanidad y su naturaleza múltiple, tan generosa y empática como terrible e indiferente.

Grandes maestras y maestros de horror han confesado que de pequeños fueron expuestos a algún elemento que les aterrorizó profundamente, pero encontraron el arte como medio de resiliencia y aquello que les había impactado lo reprodujeron con matices a lo largo de sus obras. En la cultura popular encontramos a Mary Shelley, a E. A. Poe, a Tim Burton, Guillermo del Toro y un largo etcétera. Pero esta vez nos ocuparemos de los gemelos Joel-Peter y Jerome Witkin en el documental Witkin & Witkin: un fotógrafo y un pintor.

Afiche promocional del documental Witkin & Witkin (Trisha Ziff, 2017)

Confieso que cada vez que estoy a punto de ver una película que retrata la vida de un artista, estoy predispuesta a ver una versión soft porn de sucesos sin importancia junto con un retrato de los vicios, las prácticas sexuales y una que otra preocupación exagerada.

Detesto las biopics. Con afán de despertar el interés en la vida del personaje, le fuerzan un componente morboso atizando el fuego de que un artista es flojo, vicioso, incapaz de hacer su trabajo emocional, ingiriendo alcohol entre creaciones y comportándose neuróticamente con sus allegados. O si es una mujer probablemente la retraten como loca incapaz de formar relaciones sanas. Detestable el estereotipo y detestable que después solapemos criminales “y los separemos” de su obra porque es que mira qué genial era y ya sabes cómo son los artistas. Eso era lo que esperaba, la verdad. Afortunadamente no fue el caso, y no sólo eso, sino salí anonadada y profundamente conmovida de la sala de cine.

Si desean saber cómo es que los sucesos de la vida influyen en la creación de un artista, en este caso dos, ESTA es la película. Es un documental hecho desde el cuidado de los personajes, de la manufactura, del tiempo de producción y de la relación entre los protagonistas. La directora es Trisha Ziff, quien ha dirigido además Chevolution, 2008, La maleta mexicana, 2011 y El hombre que vio demasiado, 2016, un tremendo documental sobre Enrique Metinides, fotógrafo de nota roja.

Trisha Ziff.

Con una enorme sensibilidad, Trisha nos devela la vida de Joel-Peter, el famoso fotógrafo que utiliza cuerpos deformes y trozos de cadáveres para elaborar su obra y Jerome, un pintor fascinado por la ambivalencia humana en el contexto de la guerra.

A su vez, despliega de manera conmovedora ante nosotros dos historias de vida que los condujeron a basar su arte en el horror humano: la guerra, la deformidad, la muerte, el crimen. La directora junto con su editor tejen la trama familiar con la obra de los Witkin y nos contagia de la belleza de cada uno por separado y de ambos como una entidad. Nos recuerda que cada persona aloja una belleza inesperada y sólo requiere el ojo correcto que la mire.

El beso por Joel Peter Witkin.

Si lo calificara de alguna manera, diría que es un documental transparente: con un montaje ilustrativo que le permite la genialidad, con planos sencillos y metáforas amigables para el espectador que nos cimbran con el misterio de dos hombres que son gemelos idénticos en más de un sentido.

Asimismo, como menciona la misma directora, es una película que no sólo atiende a los artistas, sino a aquellas personas que les han permitido sobresalir. Suele ocurrir que al conocer la vida de un artista, aparezca ante nosotros como un/una genio que se sobrepuso a la adversidad para crear o que tuvo buena suerte de nacer en una familia distinguida y creó a pesar de las exigencias sociales.

Pero hay otro tipo de artistas, la mayoría me atrevo a decir, que han sobresalido gracias a un trabajo duro y un cúmulo de personas que les han cultivado el camino, cabe decirlo, este suele ser una labor llevada a cabo por mujeres. Para los Witkin fue así. Desde pequeños hasta sus tardíos setentas son mujeres quienes les han abierto el sendero y sostenido la mano.

A Jerome desde niño le asombraron los muertos y la atrocidad de la guerra. Vincent y la Chica de sus sueños (2012)

Cabe resaltar que aunque la nacionalidad de los personajes es estadounidense y la directora es de origen británico, el documental es mexicano en su manufactura y el punto de encuentro es la exhibición Witkin & Witkin que se llevó a cabo en 2016 en el Foto Museo Cuatro Caminos de la Ciudad de México, la primera vez que los gemelos expusieron juntos desde que sus caminos se separaron violentamente.

De manera muy personal, el documental me trajo de vuelta la duda de si el arte es destino. Pero sigo inclinándome a que no lo es. Lo que sí creo es que el arte es una semilla sembrada en la infancia, regada con la historia familiar, cultivada con la memoria, expuesta tanto a la luz como a la sombra y cuidada con sensibilidad y constancia.

«Amo a los no amados» declara Joel Witkin en el documental. Fotografía de Johnnie Baima para la serie Leda, presentada en Los Angeles en 1986.

Esa semilla infantil para los Witkin fue la muerte de su hermana al nacer, pues originalmente serían trillizos. La vida transcurrió con sus distintos matices terroríficos y ambos fueron afortunados al hallar su camino artístico para lidiar con la oscuridad y transformarla en un mensaje de empatía, pero ¿y los demás? Cada uno de nosotros estamos expuestos al horror cotidiano que, por cierto, va recrudeciendo. Honestamente desconfío del castigo como solución, de la indiferencia como tranquilidad o de la hiper-consciencia “de la realidad” que no hace más que llenarnos de ansiedad y desconfiar del otro. Pero una apuesta que haría con todas las ganas es, en compañía, abrazar el horror desde la infancia y tal vez en un tiempo no muy lejano habrá no sólo uno o dos, sino una generación entera capaz de hallar la belleza en la oscuridad, de amar más allá de la moralidad o la estética y desde la ternura, resistir.

Esa semilla infantil para los Witkin fue la muerte de su hermana al nacer, pues originalmente serían trillizos. La vida transcurrió con sus distintos matices terroríficos y ambos fueron afortunados al hallar su camino artístico para lidiar con la oscuridad y transformarla en un mensaje de empatía, pero ¿y los demás? Cada uno de nosotros estamos expuestos al horror cotidiano que, por cierto, va recrudeciendo. Honestamente desconfío del castigo como solución, de la indiferencia como tranquilidad o de la hiper-consciencia “de la realidad” que no hace más que llenarnos de ansiedad y desconfiar del otro. Pero una apuesta que haría con todas las ganas es, en compañía, abrazar el horror desde la infancia y tal vez en un tiempo no muy lejano habrá no sólo uno o dos, sino una generación entera capaz de hallar la belleza en la oscuridad, de amar más allá de la moralidad o la estética y desde la ternura, resistir.

Jerome y Joel-Peter Witkin en su infancia.

Podrán disfrutar de Witkin & Witkin: Un fotógrafo, un pintor en los siguientes cines de la Ciudad de México a partir del 3 de mayo: la Cineteca Nacional, Cinemex Insurgentes, Cinemex Reforma, Cinemex Altavista, Cinépolis Diana, Cinépolis Interlomas, Cinépolis Perisur; también se exhibirá en Cinépolis Américas Monterrey y en Cinépolis Centro Magno en Guadalajara.

A partir del 10 de mayo llegará a las siguientes salas independientes: La Casa del Cine, Cine Tonalá Roma Sur, Cine Tonalá Querétaro, Cine Tonalá Tijuana, Cinemanía, Sala Guillermo del Toro en Guadalajara, Film Club Café en el Estado de México, Kinoki en San Cristóbal de las Casas, Conarte en Monterrey y en Cineteca Tijuana. Y en Junio estará disponible en Baticine en Tepoztlán, Centro Cultural Universitario en la UNAM, El Chopo y en El cine club en Playa del Carmen.

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Amaranta Monterrubio

Cuando se eleva el sol es un erizo que disfruta explorar los jardines del día, pero cuando aparece la luna, se entrega a la lectura de grimorios y la escritura de palabras malditas. Su verdadera vocación es poner apodos y encontrar comida deliciosa en lugares improbables.

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