El horror se une a las artes gráficas y sus cómics son tenebrosos. Arte por Dave Karlen
Somos seres que devoramos historias. Las narraciones se volvió parte indispensable de nuestra vida desde que surgimos como especie con formas complejas de comunicación. Primero, repetíamos palabras, de boca a oído, en una hoguera, después, cantábamos con ayuda de instrumentos y, finalmente, comenzamos a escribir nuestras historias en algún medio. Todo para transmitir nuestras ideas y experiencias.
Pero antes del idioma escrito tuvimos el visual. En tiempos remotos se pintaban escenas de cacería en las paredes de las cuevas para contar la historia de la tribu y sus guerreros. También construimos estatuas de dioses y monstruos respondiendo a nuestra imaginación. Intentamos darle forma a nuestras ideas con los medios que teníamos a la mano siendo el medio visual aunque fue dejado atrás por medios más prácticos y rápidos como la escritura.
Al estar programados para aceptar historias a través de imágenes, los cómics nos generan una fuerte atracción. Ahora, leer y ver imágenes impacta directamente a nuestra imaginación, y se graban más fácil esas ideas. De ellas, el horror es la que nos interesa.
Las Cuevas de Altamira, en Cantabria, España, son muestra de las imágenes como medio de comunicación. Tienen 35,000 años de antigüedad.
El cómic de horror comienza en forma durante la década de 1950 en los Estados Unidos. Ya antes se habían publicado en ese medio adaptaciones de los clásicos como Frankenstein o Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero es a partir de que comienzan a editarse antologías dedicadas meramente a contar historias de horror que el género encuentra su espacio.
La editora EC Comics, sello estadounidense, publicó The Haunt of Fear, The Vault of Horror y Tales from the Crypt con gran éxito. Hay que entender que el mundo recién terminaba una guerra mundial y lo que los lectores buscaban eran respuestas al mundo de muerte que habían visto o vivido. Las portadas solían mostrar mujeres sensuales a punto de sufrir un final trágico a manos de un monstruo.
El arte era escandaloso y generaba respuesta en el público joven. A partir del éxito de la editorial EC, numerosas copias comenzaron a circular con títulos como Weird Terror, Horror from the Tomb, Journey into Mistery, entre otros.
Las tres antologías que le dieron su nicho a los cómics de horror.
El problema surgió cuando el psicólogo Fredric Wertham publicó en 1954 el libro La Seducción de los Inocentes, donde postulaba que la violencia gráfica era la responsable de que los jóvenes cometieran crímenes. Hemos escuchado ecos de este argumento con los videojuegos, la música de rock y demás, pero en ese momento la sociedad norteamericana lo compró de lleno y se formo el código de cómics ¾comics code¾, el cual era un instrumento de censura para evitar que en ese medio se mostraran imágenes de violencia o sexo.
Esto llevó a la quiebra a EC Comics y a todas las editoriales que habían prosperado con el género. Hay que entender que los años cincuenta fueron una década de paranoia, miedo a infiltración por comunistas y la Guerra Fría. La idea de que la guerra se estaba peleando en casa era comun para esos tiempos. Algunos editores como Warren Publishing lograron evitar a la autoridad de comics publicando antologías en blanco y negro y así, títulos como Creepy o Eerie sobrevivieron hasta la década de los ochenta.
En 1971 la autoridad de comics relajó los criterios de publicación permitiendo que los monstruos de las historias tradicionales aparecieran “siempre y cuando fueran tratados en la tradición clásica”. Esto abrió las puertas a Marvel Comics para publicar historias con Drácula como protagonista en su título Tomb of Dracula (1973) o al Hombre Lobo en Werewolf by Night (1972) junto con personajes nuevos con orígenes sobrenaturales como Ghost Rider (1972) o Blade, Vampire Hunter (1973).
Estos tres títulos con ejemplo de la evolución del cómic a su consolidación.
En 1982, DC Comics comenzó a reimprimir historias de Swamp Thing intentando aprovechar la película dirigida por Wes Craven ¾la cual sin problemas entraría en el género del cine B por cierto¾ colocando a Alan Moore a cargo del título. Karen Berger, la editora, le dio libertad a Moore para re-escribir al personaje cambiando sus orígenes de un científico convertido en monstruo a un verdadero monstruo. A partir del éxito de estas historias comenzaron a surgir títulos basados en lo sobrenatural como Hellblazer en 1988 protagonizada por el mago John Constantine.
El éxito de estos dos títulos permitió el lanzamiento de la editorial Vertigo en 1993 la cual publicaba historias de corte sobrenatural para lectores maduros. De ahí surgen títulos como Sandman (1988) escrito por Neil Gaiman, Lucifer (2000) por Mike Carey, The Invisibles (1994) por Grant Morrison y la increíble antología de horror llamada Flinch (1999) escrita y dibujada por artistas relevantes del género como Van der Meer, Bernie Wringston, Brian Azarello, Garth Ennis, Bruce Jones, entre otros. Si les gusta el horror, busquen esta antología, vale mucho la pena.
En 1994 Mike Mignola publica por primera vez el título Hellboy el cual tiene fuertes tintes de horror en sus historias, la historia ha generado dos películas 2004 y 2008 ambas dirigidas por Guillermo del Toro y el cómic sigue saliendo en diferentes variantes.
El personaje del Sandman, del consagrado Neil Gaiman, tiene una extensa mitología.
Estos títulos permitieron que el género reviviera más adelante. Para el año 2000 las editoriales decidieron que ya no seguirían los lineamientos de la autoridad de comics por lo que se comenzaron a imprimir historias sin censura. Así tenemos 30 days of night de Steve Niles que se publica en 2002 y que también ha sido llevada a la pantalla grande en 2007 por David Slade y The Walking Dead publicada por primera vez en 2003 y hecha una miniserie de televisión en el 2010.
En estos momentos en Estados Unidos los títulos de comics en el género de horror son demasiados para mencionar. Los mejores que les recomiendo son Providence (2015) y Neonomicon (2010), escritos por Alan Moore. Los números de Doom Patrol (1989) y la miniserie The Invisibles (1996) así como Nameless (2015), escrita por Grant Morrison.
Para autores menos conocidos les recomiendo que lean Black Hole (1995) escrita por Charles Burns donde una enfermedad de transmisión sexual muta horriblemente a los que se infectan de ella. The Black Monday Murders (2016) escrita por Jonathan Hickman la cual es un misterio dentro del género noir que envuelve pactos con dioses por parte de la élite financiera de Wall Street. Fatale (2012) escrita por Ed Brubaker, nos narra una historia en los años treinta centrada en una misteriosa mujer que parece ser el tropo de la femme fatale; conspiraciones de tintes ocultos, monstruos primigenios y mafiosos se mezclan en una historia que abarca décadas.
The Black Monday Murders (2016) es una deliciosa combinación de elementos sobrenaturales. Esta portada es muestra de ello.
Para un horror más visceral está Crossed (2008), escrita originalmente por Garth Ennis; la premisa narra un apocalipsis donde la gente se convierte en asesinos cuando en su rostro aparece una marca en forma de cruz. Sólo imaginen un apocalipsis zombie pero con asesinos seriales. Es tremendamente violento y herético. Gideon Falls (2018) escrita por Jeff Lemire juega con el género de las creepypastas y el comic. Está narrada de manera que te sientes dentro de la historia y el horror comienza a jugar contigo de muchas maneras.
Nos hemos enfocado en el género en Estados Unidos, pero Europa y Japón poseen títulos relevantes del género. Todos ellos comienzan en los cincuenta también y Japón es el país que más ha refinado el género en el manga. Tenemos autores como Junji Ito que sus dos trabajos más relevantes son Tomie y Uzumaki. Tomie se publica por primera vez en 1987 y narra la historia de una mujer con una belleza sobrenatural que hace que todos se enamoren de ella, para luego orillarlos a matarse en arranques de celos y violencia.
Durante la historia Tomie es asesinada varias veces y siempre regresa a continuar su tarea. Esta historia generó una franquicia de películas. La primera se estrenó en 1999 y la última en 2011. Uzumaki fue impresa por primera vez en 1998, narra la historia de un pueblo rural el cual comienza a ser invadido por una plaga sobrenatural que tiene forma de espirales, todo comienza a tomar esa apariencia, hasta los habitantes. La historia es bastante extraña y macabra; Fue llevada al cine en el 2000. Les recomiendo lean mi entrada sobre horror japonés de hace unas temporadas dando clic aquí.
Para concluir, el género es amplio y diverso. El horror de manera gráfica tienen mucho impacto en quien lo percibe por lo que es un medio muy útil para expresar historias de ese género en él.
Portada de la brutal obra de Junji Ito, Uzumaki.
