PSICOFONÍAS
Psicofonías es la columna del podcast del mismo nombre. Muéstrales tu amor escuchando ‘Enterrados En Vivo’ todos los martes a las 10 de la noche por Bizarro.Fm
No sé ustedes, pero yo crecí viendo caricaturas.
Mi infancia viene acompañada de momentos divertidos, tristes y algunos en verdad macabros. Este medio tiene su manera especial de contar historias de un modo tal que las fantasías más descabelladas toman forma en la pantalla.
Si regresamos al inicio del género, cuando se proyectaban en salas de cine antes de las películas, ya se podía notar que los abuelos de los dibujos animados tocaban temas que hoy en día se podrían considerar fuera de lugar para los niños. Revisando la red encontré varios ejemplos donde las historias que se narran toman un giro bastante macabro. El mejor exponente de esa época es Max Fleischer, quien creó personajes como Betty Boop, Bimbo y Koko the Clown. Algunas historias rayan en el surrealismo con transformaciones inexplicables, todo a ritmo de jazz.
The Omen (Richard Donner, 1976)
En “Bimbo’s initiation” el perro Bimbo cae en manos de un culto que lo quiere iniciar como miembro. Al negarse a ingresar, lo torturan de diferentes maneras. Este episodio es bastante macabro y se le homenajea en la película de la Dimensión Desconocida (Twilight Zone: The Movie, 1983. El segmento se llama “It’s a Good Life y es dirigido por Joe Dante, director de Gremlins).
Betty Boop, a pesar de su apariencia coqueta y desenfadada, tiene experiencias que rayan en lo macabro en varias de sus historias. En “Red Hot Mama” ella calienta tanto su habitación por el frío que en su sueño desciende al infierno, en donde encuentra al mismo diablo.
En otra historia con Betty Boop en la que recrean el cuento de Blanca Nieves, la bruja transforma a Koko en un fantasma. Esperen al minuto 4:51, pero les recomiendo que lo vean completo.
El pobre Koko produce el fin del mundo por accidente en “Earth Control”, una caricatura de lo más surrealista en el que acaba derritiéndose en una mancha de tinta en el restirador del dibujante.
Otro personaje de animación temprana fue Flip the Frog, creado por Ub Iwerks. En el corto animado “Spooks” la pobre rana entra a una casa embrujada donde un esqueleto lo quiere matar.
Y claro, no podemos olvidar la violencia de Tom y Jerry donde se pegan como si no hubiera un mañana. El trasvestismo de Bugs Bunny donde se liga varias veces a Elmer. Los terribles accidentes del Coyote queriendo atrapar al Correcaminos que podrían considerarse trágicos y macabros si no fuera porque este regresa a las andadas a los dos segundos.
Les toca el honor a los japoneses el haberme causado pesadillas en mi infancia con sus animaciones. No puedo recordar el nombre de la película, pero era algo así como “El Castillo del Diablo”. El protagonista entra a un castillo habitado por demonios, estos secuestran a su compañero y lo convierten en uno de ellos, quieren hacer lo mismo con él si lo atrapan. El hecho de estar atrapado en un castillo rodeado de monstruos que lo quieren convertir en uno me dejó bastante inquieto.
“Mazinger Z” tiene bastante horror si consideramos que los robots gigantes se la pasan destruyendo Tokio con sus habitantes dentro. Quizás pueda no parecer tan horrible ya que no hay conexión emocional con ellos, pero hay un episodio en el que los villanos atrapan al protagonista Koji Kabuto y deciden crucificarlo, amarrándolo con alambre de púas a la cruz para luego fusilarlo.
En otro episodio lo vuelven a crucificar, pero esta vez boca abajo al lado del mar para que la marea lo ahogue; dejan minas en todo el camino para que quien lo quiera rescatar muera, y así pasa.
“Galaxy Express 999” no es propiamente una historia de horror, es más bien una fábula social, pero la trama del protagonista que quiere llegar al planeta de los robots para así poder tener un cuerpo de robot inmortal y la historia de su viaje por diferentes mundos tiene un lado de horror interno bastante lento y macabro.
Y esas solo son las clásicas; el horror en el género de animación es común en Japón, pero eso saldría del horror para niños ya que apunta hacia una población de mayor edad.
La animación norteamericana moderna tiene sus momentos de horror para niños. Tenemos los clásicos de Halloween de los Simpson, donde se recrean historias de miedo clásicas para el público joven. En “Adventure Time”, ha habido un par de momentos bastante macabros, aunque el de las chicas de mirada vacía se me hace de los mejores. Otro clásico es el episodio de los padrinos mágicos donde revive el hamster de Timmie como zombie con deseos de venganza.
Todos ellos pasaron desapercibidos por el sensor de los que revisan las caricaturas, tratando de evitar que los niños queden expuestos a imágenes demasiado maduras. Buena suerte para lograr eso.
