Gritar es algo humano, algo primitivo… Arte de ThoRCX
Todos hemos gritado | Pharmacy SE keywords sorted by orders for February – July 2012 |. en alguna ocasión; Las razones pueden ser muchas, pero el gritar de miedo es una respuesta primaria. Oír a alguien hacerlo siempre nos alerta y genera una reacción en nosotros, a final de cuentas, es la última señal de peligro que emitimos cuando las palabras fallan y sólo queda emitir un sonido de advertencia, de socorro o de dolor. Los directores de cine entendieron eso y comenzaron a utilizar este recurso para despertar una respuesta en el público.
Para mí, el término scream queens es machista y misógino. Este es producto del estereotipo de la mujer en desgracia que pide ayuda para ser rescatada por el héroe protagonista. Los hombres también gritan y bastante bien, Si es una respuesta básica del cuerpo ante un peligro ¿por qué limitarlo por el género e incluso ensalzarlo?
Actualmente ya se habla de scream kings, pero hace falta que se utilice el término de manera general. Los gritos de los hombres son genéricos, necesarios para acompañar alguna escena de muerte, pero no quedan asociados a un nombre específico. Así tenemos el Grito Wilhelm —Wilhelm Scream— inmortalizado en al menos 398 películas incluyendo todas las películas de Star Wars hasta Rogue One aunque ha rondado la industria desde 1951.
Compilación del Grito Wilhelm. Se puede apreciar su influencia en la historia del cine
Una vez aterrizada mi opinión, hablemos de las actrices más famosas de esta clasificación impuesta por Hollywood. Quizás el primer rol icónico de la mujer en apuros gritando por ayuda fue la actriz Fay Wray en la cinta King Kong (Merian C. Cooper, 1933).
Alfred “Cocky” Hitchcock, de quien ya hablamos en otra ocasión, era famoso por acechar a sus actrices al punto del acoso para tenerlas nerviosas en la filmación y así lograr mejores respuestas emocionales, o al menos así justificó algo cercano a la tortura emocional; todo por un grito convincente.
Así le sucedió a Tippi Hedren al filmar Los Pájaros (1963) donde en una escena llegó al colapso nervioso. A Janet Leigh le colocó el maniquí de la madre momificada de Norman Bates para lograr el grito perfecto en Psicosis (1960).
Janet Leigh interpretando a Marion Crane cuando se le revela la verdad de la madre de Bates.
Durante los años cincuenta, el cine de Serie B —del cual ya hablamos en otra ocasión— explotó y utilizó a la mujer en desgracia al límite. Se podría decir que aquí fue donde se asentó el término de scream queen ya que actrices como Beverly Garland y Sandra Knight estelarizaron numerosas películas en esa situación.
Cuando Jamie Lee Curtis actúa en Halloween (Joe Chapelle,1978) y se convirte en la scream queen por excelencia, continúo en roles similares. Ahí les va un dato curioso: Jamie es hija de Janet Leigh.
Ya establecido el género slasher, la scream queen se convirtió en una necesidad. Siempre se consideró importante que fueran atractivas y, a partir de los años ochenta, desnudarse, aunque fuera sólo de la cintura para arriba, se volvió como regla; todo para satisfacer los deseos de los adolescentes, principales consumidores de este género. En esta época resaltan nombres como Monique Gabrielle, Michelle Bauer y Brinke Stevens, que participaron en numerosas películas de diversos géneros durante este periodo.
Afiche promocional de la película de culto Halloween (John Carpenter, 1978)
La década de los noventa vio la decadencia del slasher con secuelas sobre las secuelas de las secuelas por lo que el papel de scream queen se volvió una burla. Scream (Wes Craven, 1996) es la película que usa al género para burlarse del género y el horror se vuelve autoconciente de lo ridículo de sí mismo y comienza a tratar de redefinirse.
Las protagonistas ya no eran damas en desgracia que gritan sin sentido y en la película Buffy la Cazavampiros (1992) de Fran Rubel Kuzui, y la serie del mismo nombre de Joss Whedon (1997) cambian el tropo y ahora es la chica la que salva el día y no grita más. Tenemos también la serie de televisión Scream Queens (Ian Brennan, 2015) donde se juega con el tropo del asesino serial y la dama en desgracia.
No por eso quiero decir que ya no hay películas de terror donde la protagonista grite, solo que ya no es su única función. Me gusta pensar que estamos buscando historias más inteligentes donde los protagonistas son realmente protagonistas y no solo personas en desgracia cuya única función no es sólo gritar y ser reconocido por ese papel obteniendo sólo esos roles.
Jamie Lee Curtis le rinde homenaje en esta foto a Jane Leigh replicando la famosa escena de la bañera en Psicosis (1960)
