La preservación es objeto de persecución y, al mismo tiempo, de temor. Arte de Lennart Verhoeff.
La muerte es un tema recurrente en esta columna, quizás el temor más básico es morir y el querer asegurarnos de sobrevivir la experiencia es un tema de muchos relatos de horror. Voy a hablar del proceso con el cual los humanos modificamos un cadaver de otro humano con el propósito de preservarlo.
Comencemos con el embalsamamiento con propósitos religiosos, se han encontrado restos humanos preservados de modo artificial con más de 7,000 años de antigüedad, pero no podemos saber el propósito de ello. Los primeros que nos dejan un recuento de sus motivos fueron los egipcios, quienes preservaban los cuerpos con el propósito de poder disfrutar del mundo de los muertos.
Desde el más rico hasta el más pobre intentaba llegar a la sala del juicio de Maat para poder disfrutar la vida eterna. Era preciso conservar los cuerpos ya que sin ellos el Ka —concepto egipcio sobre el alma—, no podía regresar a ellos y sólo quedaba la condenación eterna. Todo esto era una repetición de la leyenda de la muerte y resurección de Osiris así que la creencia ritual consistía principalmente en convertirse en el dios y así compartir con él su reino.
El Libro de los Muertos era un compendio de fórmulas mágicas. Aquí, un detalle que muestra El Juicio de la Diosa Maat.
Los egipcios tenían procesos para desecar el cuerpo best priced uk viagra. , remover los órganos más importantes y preservarlos por separado. Curiosamente el cerebro no era considerado importante y era desechado. El corazón era dejado dentro ya que era lo que se juzgaba al llegar a la sala de Maat, pero todo lo demás se retiraba. Después de ello, el cuerpo era cubierto con vendas de lino y talismanes. Este proceso duraba 70 días ya que es el periodo en el que la estrella Sirio, Sotis para los egipcios, permanecía por debajo del horizonte. Al terminar, se realizaba un ritual que era conocido como apertura de la boca el cual permitía al espíritu hablar en el mundo divino
Los restos eran enterrados en una tumba de acuerdo a las capacidades económicas del cliente dentro de un sarcófago con diferentes artículos de uso cotidiano para poder así gozar la vida eterna. La tumba era sellada y numerosas maldiciones eran colocadas sobre ella para evitar el traspaso.
Todo esto ha inspirado miles de historias y leyendas sobre los peligros de profanar las tumbas egipcias. Esto no sirvió para detener a los ladrones de tumbas, quienes buscaban con avidez estos sitios para robar su contenido. Las momias eran trituradas y vendidas como polvo que se consideraba una medicina en la Europa de entre el S. XII al S. XVI debido a un error de interpretación en libros de medicina árabe. Además, en el S. XVII y XVIII, se comenzó a usar el polvo de momia como ingrediente para pinturas así que nuestros pobres inquilinos no tuvieron paz nunca.
El saqueo era algo común en el S. XIX. Un comerciante de momias dormitando (Félix Bonfils, 1875)
Uno de los faraones egipcios más famosos fue Ramsés II, a quien también le profanaron su tumba, pero la momia fue rescatada por sacerdotes y movida a la tumba de otro faraón para protegerla. En 1974, arqueólogos franceses notaron que estaba en mal estado de preservación por lo que fue llevada a Francia para darle una manita de gato.
Es interesante que el gobierno egipcio le emitió un pasaporte a la momia y cuando fue recibida en Francia se le dieron honores dignos de un mandatario extranjero. Al ser regresada a Egipto se le volvió a recibir con todos los honores pertinentes a un rey para luego ya ser exhibida en El Museo Egipcio de El Cairo. ¿Miedo o conocimiento de algo más?
Preservar el cuerpo rompe el ciclo natural de descomposición y genera una irregularidad. La creencia popular es que el alma deja el cuerpo cuando este se descompone y que al no pasar por este ciclo tenemos un alma atrapada sin poder escapar de él. Los egipcios lo veían como la vida eterna en la cual el alma ya no sufría hambre ni tristeza ni ninguna de las penas asociadas con la vida.
El pasaporte de la momia del faraón Ramsés II tramitado en 1975.
En otro nivel hablamos de un fantasma atado a los restos de su cuerpo que nunca va a descansar. Quizás los egipcios sabían algo que nosotros no, quizás sus rituales realmente preservaban el alma y esta podía gozar de una libertad que nunca tuvom, pero en nuestra época moderna no realizamos los rituales de apertura de la boca ni nada por estilo. Por lo tanto, los demás tipos de preservación que vamos a discutir rayan en lo macabro y cruel si creemos en el alma. El embalsamamiento existió en otras culturas como la china. No estamos seguros de las prácticas rituales que acompañaba ese proceso por lo que no podemos saber si había un propósito espiritual tras de ello
El primer emperador de China, el Emperador Qin, se encuentra enterrado en un mausoleo subterráneo rodeado de un ejército de guerreros de terracota —arcilla que se modela y se endurece al horno—. Es tan famoso que ha salido en multitud de documentales, sin embargo, su tumba no ha sido abierta debido a la gran cantidad de mercurio en el ambiente.
Existe la creencia que los arquitectos utilizaron mercurio líquido para simular ríos y lagos dentro de ella —parecido a los nacimientos navideños en México, donde se representan cuerpos de agua con aluminio—, pero también se cuenta la leyenda de que el emperador estaba obsesionado con la inmortalidad por lo que consumía elíxires alquímicos con el propósito de convertir su sangre en mercurio.
Detalle de los guerreros de terracota del mausoleo del Emperador Qin.
En Europa no fue un proceso muy buscado ya que la iglesia católica no lo consideraba necesario. Existió interés en la preservación de los cuerpos desde el punto de vista científico en el S. XVIII por lo que se desarrollaron técnicas de inyección de fluidos en las venas de los cadáveres que permitían conservar el cuerpo por más tiempo.
Más de un personaje importante en la historia ha sido embalsamado con el propósito de que sus seguidores lo puedan contemplar. Vladimir Ilich Uliánov, mejor conocido como Lenin, es quizás el caso más conocid y aún se puede entrar a su mausoleo en plena Plaza Roja en Moscú para verlo.
Ya casi llegamos al final de esta historia, pero antes quiero comentar sobre el proceso de plastinación desarrollado en 1977. Con este se logra preservar al cuerpo de una manera perfecta. Existen exhibiciones como Body Works, que muestran estos cuerpos preservados de diferentes formas con propósitos de exhibición. Sin embargo, surge la pregunta de si no habrá almas atrapadas en su interior siendo mostradas a los curiosos.
Afiche promocional de la película La Momia (Karl Freund, 1932)
En el cine tenemos la clásica película La Momia (Karl Freund, 1932) con el increíble Boris Karloff intrepretando al sacerdote egipcio Imhotep. Esta ha sufrido numerosos y desafortunados remakes rayando en la comedia, pero la imagen del cuerpo vendado levantándose a cobrar venganza es parte de nuestro imaginario.
Tratando el tema de la preservación tenemos la increíble Los Crímenes del Museo (Michael Curtiz, 1933) y el excelente remake Los Crímenes del Museo de Cera (Andre de Thoth, 1952) con el inigualable Vincent Price quien tiene un secreto para lograr la perfección en sus estatuas de cera. Il Castello dei Morti Vivi (Warren Kiefer, 1964) es una película italiana donde el Conde Drago, interpretado por Christopher Lee, invita una tropa de artistas ambulantes a su mansión para admirar su colección; pero el Conde tiene gustos extraños y ha descubierto como preservar entre la vida y la muerte a sus objetos.
En Japón tenemos Embanmingu (Shinji Aoyama, 1999) la cual narra el problema de preservar cuerpos y atrapar almas en ellos. En Japón se suele cremar a los difuntos, así que el embalsamiento les parece antinatural. En La Pirámide (Gregory Levasseur, 2014) se abusa del tropo —elementos reccurrentes en diferentes tramas— maldición y un grupo de arqueólogos explora una pirámide recién encontrada. Sólo digamos que les va muy mal.
Afiche promocional de la película El Castillo de los Muertos Vivientes (Lucciano Ricci, 1964).
En el manga tenemos Kurosaki Corpse Delivery Service (Eji Otzuka, 2002) una publicación de horror donde cuatro estudiantes de seminario budista tienen que buscar un empleo adicional ayudando a cadáveres, que encuentran gracias a sus habilidades, a hallar la paz. Es una serie muy interesante donde los muertos como cadáveres son el cliente. Se las recomiendo mucho.
En el género literario las momias, la inmortalidad y el Antiguo Egipto fue tema recurrente para los escritores del género de aventuras como H. Rider Haggard quien escribe en Ella en 1886; nos narra la historia de un aventurero inglés —el tropo clásico de la época— quien encuentra en un valle perdido de África a los supervivientes de un culto egipcio dirigidos por una sacerdotisa quien es sólamente llamada Ella. Una historia palomera.
Para concluir, el embalsamamiento con el propósito único de preservar los cuerpos es una práctica poco ética en mi opinión ya que deja fantasmas atrapados en un cuerpo inerte y no es buena idea hacer eso. Los egipcios quizás sabían algo sobre cómo no quedar atrapados de ese modo, pero ese secreto se lo llevaron a la tumba con ellos.
